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Manuel Frías Alcaraz

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El Cajón

Una presa que no tendrá agua

Contralínea · Miércoles, 11 de Junio de 2003 · Sociedad

Por Fernando Ortega

La obra del sexenio foxista que construye la Comisión Federal de Electricidad, en Nayarit, será un rotundo fracaso por la falta de afluentes en la región, revela un experto.

"Y ahora cómo le decimos al presidente Fox que estamos equivocados", comentó el secretario de Energía, Ernesto Martens, a Manuel Frías Alcaraz, ex funcionario de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien lo había convencido de que el proyecto hidroeléctrico El Cajón --la obra de infraestructura más relevante de la actual administración-- tenía "serias fallas de concepto y de planeación".

Frías Alcaraz refiere que se reunió en privado con Martens y el subsecretario de Electricidad de la Secretaría de Energía (Sener), Nicéforo Guerrero, a principios de octubre de 2001, para decirles que la hidroeléctrica no iba a servir porque su principal problema sería la falta de agua para sustentar una operación normal. Les advirtió: "Van a tener que esperarse a que desafortunadamente ya no produzca cuando la terminen".

El pasado 14 de febrero, el grupo ICA y sus socios ganaron la licitación para construir la hidroeléctrica El Cajón en el estado de Nayarit, al que el Congreso autorizó un presupuesto de 812 millones de dólares. Sorprendido, Frías Alcaraz expresa: "Pensé que iban a reflexionar. Es un proyecto con problemas de funcionamiento continuo y confiable, y de baja rentabilidad. Es un error haber seleccionado esta obra".

Frías Alcaraz relata que en la reunión de octubre de 2001 Ernesto Martens manifestó su incredulidad. "Me decía: ‘¿cómo es posible que con una obra de esta magnitud, con tanta experiencia que se tiene en la ingeniería mexicana y en la Comisión Federal de Electricidad para estos proyectos, vayamos a estar equivocados? Son proyectos que se estudian muchos años’."

Varias veces explicó a Martens y a Nicéforo Guerrero que los defectos de la obra no estaban propiamente en la ingeniería de la hidroeléctrica, sino en el sitio escogido, ya que no contaba con suficiente agua. "Hasta que por fin lo entendieron. Eso fue lo que me dijeron."

Les pidió entonces que plantearan la situación en esos términos al presidente Fox, "porque no es justo que el pueblo de México tenga que pagar los errores de ustedes. Definan correctamente la línea de responsabilidades. No es justo que toda una institución y todo un gobierno paguen las consecuencias".

Frías Alcaraz atribuye el silencio de Martens y Nicéforo Guerrero al hecho de que la obra ya estaba aprobada por el Congreso y los recursos presupuestados por la Secretaría de Hacienda, además de que contaba con la aprobación de expertos de México y del extranjero.

Sobre el costo previsto de la obra (812 millones de dólares), Manuel Frías sostiene que está muy por debajo de lo que en realidad se tendrá que erogar. "Siempre se hace un presupuesto inicial, pero a final de cuentas uno ya sabe cómo se mueven las cosas. El propio director de la CFE, Alfredo Elías Ayub reconoció una vez, públicamente, que esa obra iba a costar 2 mil 730 millones de dólares. Nada más que ahora ya no lo dice".

En aquella reunión de octubre de hace dos años Frías Alcaraz propuso la construcción de la hidroeléctrica en Ixcatán o Aguafría, en el mismo estado de Nayarit. Ambas tendrían usos múltiples, pues no sólo generarían electricidad, sino que también abastecerían de agua a las poblaciones, controlarían las inundaciones, permitirían nuevas formas de riego y fomentarían formas de esparcimiento, como el turismo y la navegación.

El Cajón se construirá sobre el río Santiago, a 77 kilómetros aguas arriba de la Presa Aguamilpa. Tendrá una capacidad de 750 megawatts, generación media anual de mil 228 gigawatts hora (GWH) y una capacidad de 12 millones de metros cúbicos de volumen. Contará además con una cortina de 186 metros de altura, casi igual a la de Aguamilpa, que es la más alta en su tipo en todo el mundo.

La presa consta de dos unidades de generación. La primera deberá iniciar su operación el 28 de febrero de 2007 y la segunda el 31 de mayo siguiente. La fecha de terminación del contrato está programada para el 31 de agosto de 2007, a la entrega de la obra. El Cajón fue autorizado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2002 bajo el esquema Pidiregas.

No es viable

Luego de ser investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Manuel Frías Alcaraz desempeñó diversas funciones en la CFE, de 1975 a 1990: realizó estudios y proyectos para diversas centrales de generación; elaboró criterios, normas y procedimientos para implementar en las diferentes etapas de planificación, construcción, funcionamiento y conservación de las obras e instalaciones del sector eléctrico; participó en reuniones de carácter técnico con organismos públicos y privados, y creó, planeó, programó, propuso y recomendó nuevos proyectos y obras de infraestructura.

También fue asesor del gobierno del estado de Guerrero y consultor del Instituto Nacional de Ecología. Es autor del Proyecto Nacional México Tercer Milenio (www.mexicotm.com), en el que propone 50 obras de infraestructura básica para aprovechar "en forma congruente y racional las riquezas y recursos naturales --en particular el agua y la energía-- y, simultáneamente, delinear los criterios, directrices y planes para reordenar y descentralizar las principales regiones y zonas metropolitanas del país".

Conocedor del sistema eléctrico nacional, Manuel Frías observa contradicciones técnicas, de visión, de concepto y de planeación en el proyecto hidroeléctrico El Cajón. Sostiene que "si la planeación es incorrecta y los propósitos se reducen a la sola generación de electricidad y no son múltiples, su futuro funcionamiento y participación impedirán cumplir lo previsto, por lo que será muy difícil recuperar las cuantiosas inversiones de capital, lo que complicará la situación de la industria eléctrica, a causa de la equivocada selección de la nueva obra".

Asegura que el problema esencial de El Cajón es que no tiene garantizados el agua ni el almacenamiento necesarios para sustentar una operación normal. Como se ubicará aguas arriba de la presa de Aguamilpa, no va a contar con el caudal del río Huynamota y de otros pequeños afluentes, por lo que tendrá 50 por ciento menos agua y su almacenamiento será de 34 por ciento en relación con la presa de Aguamilpa, advierte.

Aunque se alimentará de los ríos Juchipila y Verde, sus volúmenes disminuirán por los usos crecientes del agua que hay en las grandes ciudades del centro-occidente del país --como Guadalajara, León y Aguascalientes-- y en los planes y programas de conservación de El Lago de Chapala.

De ahí que el investigador argumente que "la contribución de El Cajón, dentro del contexto de los principales proyectos hidroeléctricos en operación, resultará poco relevante e intrascendente".

Aguamilpa tiene una producción actual cercana al 60 por ciento de lo estimado, debido a cuestiones de diseño que no permiten aprovechar escurrimientos excedentes al finalizar la temporada de lluvias. Una limitante que también afecta su funcionamiento durante el estiaje.

"¿Qué se puede esperar de El Cajón, con dos equipos turbogeneradores de 380 megawatts, generación probable anual de mil 230 millones de kilowatts-hora y factor de planta de 0.20 (características que en apariencia lo convierten en una obra atractiva y confiable), si el problema esencial radica en garantizar el agua y el almacenamiento necesarios para sustentar una operación normal?", se pregunta Frías Alcaraz.

Además, continúa, si se combina con un embalse, área de captación y aportación menores en comparación con Aguamilpa, El Cajón se torna en un proyecto de baja rentabilidad.

Dice con ironía: "De existir en el país excedentes de recursos económicos y financieros, pocas obras hidroenergéticas alternas y la urgencia de ejercer presupuestos programados, la construcción de El Cajón tal vez quedaría justificada".

Aunque este proyecto de infraestructura --desde hace diez años no se emprende uno igual-- cuenta con el aval de reconocidos expertos nacionales e internacionales y fue revisado por instituciones académicas de reconocido prestigio, "eso no quiere decir que tendrá una operación continua y confiable, debido a sus limitaciones de visión y planeación, y en especial durante el estiaje".

A lo anterior agrega que por la baja capacidad del lago artificial de El Cajón y la creciente deforestación-erosión en su cuenca, "existirán problemas de azolve a mediano plazo, lo cual reducirá su vida útil".

"Se requerirán mil 900 millones de metros cúbicos de agua durante los meses de noviembre y mayo, a fin de asegurar un factor de planta de 0.20 y los 760 megawatts de potencia instalada. Pero por sus características técnicas, no será posible contar con ese volumen y durante años se agudizará su participación con escurrimientos medios y mínimos.

"Esto se traducirá en prolongadas detenciones en la generación, lo que creará desequilibrios en las áreas de generación occidental y noreste, ya que al no contribuir a respaldar los paros programados de las grandes centrales de vapor, sus efectos repercutirán en mayores riesgos y contingencias de operación."

Con la finalidad de sustituir la capacidad improductiva de El Cajón en ese periodo, "será necesario aumentar el consumo de hidrocarburos, en lugar de que contribuya al ahorro de recursos no-renovables".

Un argumento oficial para promover la construcción de El Cajón es que la estructura principal del proyecto hidroeléctrico, es decir, la cortina, tiene características fisiográficas y de diseño similares a la de Aguamilpa.

"Esto representa un concepto importante de ingeniería e inclusive es acreditado por diferentes especialistas. Sin afán de minimizar la gran experiencia adquirida y los criterios de diseño aplicados, sería muy conveniente analizar una cortina de gravedad --en lugar de las convencionales de terracería y pantallas de concreto--, con vertedor integrado y su planta hidroeléctrica exterior. La intención es reducir costos y tiempos de ejecución, aunque sus conceptos, objetivos y alcances de planeación seguirán incompletos."

Otros detalles técnicos que desconciertan a Manuel Frías es que la obra de control y de excedencias (dos canales a cielo abierto), con una descarga máxima de 15 mil metros cúbicos por segundo, será mayor que la del vertedor de Aguamilpa, "sin importar que El Cajón se ubicará río arriba y su superficie de cuenca es menor".

Conjetura que "la aportación específica de esa norma del proyecto es encarecer todavía más las obras civiles y alterar el funcionamiento futuro de la central hidroeléctrica en los meses de junio a octubre, época donde se optimizaría su generación".

Frías Alcaraz hizo un último intento de hacer reflexionar al gobierno. El pasado 2 de marzo, en una carta dirigida al entonces secretario de Contraloría y Desarrollo Administrativo, Francisco Barrio, especifica que las fallas técnico-energéticas del proyecto El Cajón "complicarían aun más la situación del sector eléctrico".

La misiva apuntaba: "Si los proyectos por constituirse presentan serias deficiencias de concepto y planeación, su rentabilidad y función queda reducida, y en lugar de apoyar el progreso del país se convierten en una carga financiera. Así, la selección incorrecta de proyectos de generación eléctrica, dificulta recuperar las cuantiosas inversiones de capital. México deberá recurrir a costosos e ineficientes planes de emergencia".

No pasa nada

En entrevista, Agustín Laris Alanís, director de Proyectos de Inversión Financiada de la CFE, admite que hay problemas de disponibilidad de agua en las presas del país por inadecuados ciclos hidrológicos. Si en la época de estiaje se agrava el problema, acota, se tiene un plan con sistemas alternativos para evitar el desabasto de electricidad. Este año, por ejemplo, entrarán en operación nueve centrales de ciclo combinado, a base de gas, con una capacidad cercana a los 4 mil megawatts adicionales.

"La consecuencia del llamado Fenómeno de El Niño --explica-- es que las precipitaciones fueron menores y llegamos a tener problemas de llenado en las presas. El sistema del Grijalva está a un mínimo de su capacidad normal, menos de 20 por ciento de lo que tenía por estas fechas. Desde luego, dependemos de manera importante de que el próximo ciclo hidrológico sea adecuado, para que pueda recuperarse el nivel de las presas."

Sin embargo, cuando se le pregunta sobre los problemas de disponibilidad de agua y de llenado que tendrá la presa El Cajón, Laris Alanís afirma que no hay ninguna dificultad por ese motivo.

"Se han hecho todos los estudios hidrológicos para comprobar si hay la cantidad de agua que se necesita. El caudal del proyecto es de 3 mil 300 millones de metros cúbicos, que ya toma en cuenta la reducción del caudal por el posible uso de agua de la ciudad de Guadalajara."

--Hay expertos que sostienen que la presa Aguamilpa, que se encuentra aguas abajo, no llena su capacidad.

--Sí se ha llenado varias veces, cómo no. Este año estuvo a punto de llenarse y de derramarse.

--El Cajón no va a tener el fluido del río Huynamota que alimenta a Aguamilpa, se le dice.

--Hay ríos que llegan y no llegan. Pero eso está tomado en cuenta en los estudios. No crea usted que los estudios se inventan o se sacan del aire. Son producto de mediciones reales que se hacen en los campos y se hacen con todo profesionalismo y seriedad. La Comisión Nacional del Agua es la que lleva el control de las disponibilidades del líquido a lo largo del río y las que va a tener en el futuro, para determinar cuál es el caudal con el cual se proyecta la obra.

Y con una media sonrisa, agrega:

"Confíe usted en que hay ingenieros en México".

http://www.contralinea.com.mx/

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